Quiero correr, pegar, saltar, golpear; quiero, no, necesito. Necesito agotarme, destruir todo, incluso tu recuerdo. Doy patadas al aire, corro hasta más no poder, ruedo por el suelo, hasta que no me quede ni una gota de energía. Y sigo. Porque necesito destruir tu imagen. Pero es imposible, porque no es algo sólido, sólo una ilusión en mi mente, un mero pensamiento, no, más bien un sentimiento.
Y, si la única forma de destruirte en mi corazón es destruirme, que así sea. Sé que no hay otra salida, por eso me esfuerzo hasta el agotamiento… Y, sin embargo, tu recuerdo me da fuerzas para seguir, para llegar al final; lo que quiero que desaparezca es lo único que se interpone en su desaparición… Tu recuerdo trata de salvarme, de salvarse; en contra de mi voluntad que, desde hace un tiempo, te pertenece sólo a ti aunque no lo sepas.
Quiero tragar algo ardiente que queme mi garganta, para que jamás sea capaz de pronunciar palabras de amor a nadie; quiero que un grito perfore mis tímpanos para que nadie pueda susurrarme que me quiere al oído, nunca; quiero desgarrar la piel de mis labios, que un día supieron a ti; quiero arrancar uno a uno cada cabello de mi cabeza, para que nadie vuelva a acariciar mi pelo como lo hacías tú; quiero arañar cada centímetro de mi piel, para que lo único que sientan los demás hacia mí sea desprecio.
No, no quiero morir. Sólo quiero sentir algo, pues desde que te marchaste mi corazón quedó inmunizado a todo tipo de sentimientos, cayó en un sueño del que no despertaré hasta que vuelvas… Pero no volverás. Tu ausencia es como una anestesia de la que deseo despertar que me roba media vida, sólo veo y actúo, como una marioneta dirigida por hilos invisibles, sin ser consciente de lo que hago; no siento absolutamente nada excepto un gran agujero sangrante en mi pecho, un agujero de ausencia de sensaciones, un agujero que tampoco siento. Si lo único que puedo sentir en esta vida es dolor… que duela. Beberé del sufrimiento, lo disfrutaré, porque será lo primero que sienta en demasiado tiempo. Sólo necesito despertar de este sueño…
Sólo olvidarte.
Cuando hierren a nuestro corazón, pensamos que ya llegó el fin y que nunca más volveremos a sentir algo, que nuestro corazón se quedó vacío y sin fuerza de sanarse. Al principio notamos un dolor que nos ahoga y luego cuando ya no hay mas lagrimas para caer, ya no sentimos nada. Pero el tiempo ayuda y poco a poco nuestro corazón encuentra la forma de querer de nuevo, solo tenemos que tener esperanza. Me gusto mucho tu reflexión. Un saludo.
ResponderEliminarMe encanta lo que has escrito! Y realmente agradezco tus frases, además soy una persona que le encantan las frases, y tengo una que espero que te guste, y dice así "Cuando nos hieren, tenemos una herida, y esta herida esta abierta y duele más de lo que nos podemos llegar a imaginar, pero el tiempo pasará, y la herida sanará, y cuando miremos, veremos una cicatriz, esta no nos dolerá pero al volver el tiempo atrás recordaremos todo el sufrimiento, pero seremos más fuertes, y seguiremos adelante" Espero de corazón que te guste!
EliminarAbrazos!
Jud