
Este mundo, mi mundo sin ti me está arrancando las fuerzas, se esta llevando mi voz, me está robando todas las sonrisas que te regalé, este mundo es demasiado doloroso. Al final siempre pienso que podría hacer un pacto con el diablo, que me entregue su veneno más doloroso, que me queme, que acabe conmigo, pero por favor, que acabe con el sufrimiento de no tenerte. Tú te convertiste en mi mundo ideal, te convertiste en mi mundo, y si tu ya no estás no me queda nada, no tengo nada por lo que vivir.
Lo que aun no puedo llegar a entender es que me dijeras que era demasiado pequeña para ver que te marchabas por mi bien, que me sería difícil de entender. Y no pude ni en ese momento ni ahora entender que te marcharas de mi vida sin dejar nada, ni un un beso, ni una caricia, ni un recuerdo, que pasó? que te pasó? ¿por qué no me diste más explicaciones? ¿por qué desapareciste de mi vida? ¿por qué me robaste el mundo en el cual yo era tan feliz?
Tuve que sonreír al nuevo mundo al cual me enfrentaba, cuando todas las noches dormía bañada en mis propias lagrimas, cuando cada noche rezaba a quien me escuchara que volvieras, que por un instante estuvieras otra vez a mi lado, tumbado en mi cama y que me dieras tus caricias, que me besaras como solo tu sabias hacerlo. Tu eras el único, te confié mi futuro a ti, te confié mi mundo y to lo rompiste. Y entonces una vez más mi corazón ha llegado a su límite y se está derramando. Muero por dentro, y solo pensar que te he perdido para siempre hace que quiera consumirme en el mundo que para mi se ha vuelto cenizas, el mundo el cual es solo desierto, quiero consumirme como mi utopía hizo cuando te perdí.
Encantador,precioso,un bonito canto a la pracupación por el mundo que jegaremos a nuestros hijos.
ResponderEliminarPrecioso,escrito con una sensibilidad que desborda.
Me ha encantado.
Muchísimas gracias! me alegra que te haya gustado (:
EliminarAbrazos!
Me gustó mucho Judith, un placer leerte
ResponderEliminar